El temperamento es una característica de aparición temprana con una base biológica, moldeada por la herencia, la experiencia y la maduración del individuo. Se refiere a las diferencias individuales en la reactividad y la regulación emocional, así como en la actividad y la atención. Es una tendencia comportamental más que un acto discreto, con una carga biológica significativa y cierta estabilidad temporal.
- Influencia en la psicopatología: El temperamento direcciona aspectos importantes del desarrollo infantil, haciendo que los niños no sean igualmente propensos a desarrollar ciertos trastornos psicopatológicos. La afectividad negativa (ira, miedo, tristeza) se asocia con problemas exteriorizados e interiorizados. Características como alto nivel de actividad, distraibilidad y persistencia están vinculadas a una mala adaptación.
- Dimensiones del temperamento: Rothbart y Bates (2006) distinguen tres rasgos temperamentales en niños preescolares y escolares:
- Extraversión: Incluye un alto nivel de actividad, expresión positiva de emociones y placer, y excitación en interacciones sociales.
- Afectividad negativa: Refleja la tendencia a expresar tristeza, miedo, irritabilidad y frustración, con dificultad para calmarse después de una alta excitación.
- Regulación/orientación (autorregulación): Capacidad para mantenerse calmado, sostener la atención y disfrutar de situaciones de baja intensidad.
- Estabilidad y predicción: Aunque tiene orígenes neurobioquímicos, el temperamento no es estático; cambia a lo largo del desarrollo y la interacción con el entorno. Su estudio es crucial porque puede predecir problemas psicopatológicos en diversas etapas de la vida.
Las Habilidades Sociales y el Desarrollo Emocional Infantil
Las habilidades sociales son un conjunto de capacidades manifiestas en situaciones de interacción social, que puede enseñarse o mejorarse mediante experiencias de aprendizaje.
- Factor de protección: Constituyen un factor clave para la salud emocional, ayudando a los niños a interactuar armoniosamente con los demás. El desarrollo de habilidades prosociales es esencial para prevenir o superar rasgos psicopatológicos.
- Influencia en la psicopatología: Un desarrollo deficiente de las habilidades sociales se asocia con diversos trastornos, incluyendo depresión, trastornos de conducta y fobia social. La falta de habilidades prosociales y la presencia de problemas con compañeros incrementan los síntomas psicopatológicos.
- Funciones de las habilidades sociales: Facilitan la socialización, previenen el aislamiento y fomentan la capacidad para compartir ideas y sentimientos, lo cual reduce la ansiedad y promueve el bienestar.
El Entorno y el Desarrollo Emocional Infantil
El niño se desarrolla dentro de un entorno sociocultural que incluye la cultura, la familia, la escuela y las relaciones con sus pares. Estos factores psicosociales y contextuales interactúan con los factores biológicos/individuales, influyendo en el desarrollo emocional.
- La escuela: Segundo contexto más importante en el desarrollo del niño, ofrece experiencias sociales, emocionales y cognitivas esenciales. Puede ser un factor de riesgo si la adaptación es inadecuada, pero también un lugar idóneo para programas preventivos.
- Las relaciones con los iguales: Determinantes para el desarrollo personal adecuado del niño. La baja aceptación y el rechazo aumentan la probabilidad de desarrollar problemas psicopatológicos y problemas escolares.
- La cultura (origen): Influye en los procesos de desarrollo humano. El proceso de aculturación puede causar frustración y desilusión en niños inmigrantes, afectando su salud emocional y adaptación.
Interrelación de los Factores
Los factores biológico-individuales y socioculturales interactúan, determinando si el desarrollo infantil será adaptativo o desadaptativo. Evaluar estos factores desde edades tempranas es esencial para diseñar intervenciones preventivas efectivas. Por ejemplo, programas como Classroom Dinosaur School han demostrado que intervenir en etapas tempranas permite un mayor moldeamiento de las características individuales, promoviendo un mejor desarrollo psicológico y social.
Bibliografia
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